El divorcio para los antiguos egípcios

En el Antiguo Egipto la práctica del divorcio estaba totalmente bien vista y aceptada. Esto se debe a que esta gente no entendían el divorcio como un contrato jurídico ni religioso, simplemente era un acuerdo de fidelidad mutua. Lo que más impresiona es que la ruptura de la pareja la podía pedir tanto el hombre como la mujer. A demás el tramite era relativamente sencillo. Para poder llevar a cabo esto se podía alegar tanto la incapacidad para engendrar hijos o una infidelidad. Si las relaciones del marido con otra persona se demostraban la mujer, podía exigir recibir hasta dos tercios de los bienes que como pareja hayan conseguido. Por otra parte, si el marido se separaba sin razón la mujer podía llegar a apercibir hasta una tercera parte de los bienes.
Cabe destacar que las mujeres no solían demandar el divorcio por causas económicas, mas en muchos casos era el propio marido el que las alentaba económicamente a llevar a cabo la disolución del enlace.

Papiro con una pareja egipcia