Por desgracia, un joven soldado romano, que no conocía a Arquímedes, encontró a un hombre en uno de los jardines estudiando unos símbolos trazados en el suelo. Al acercarse a estos, el hombre le gritó:"¡No toque mis circulos!". Tras esto, el soldado lo entendió como una ofensa y le clavó su espada en el corazón matando al erudito.
Grabado de la muerte de Arquímedes
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